Consiste en utilizar dos tipos de productos, con una función diferente cada uno.
- Leche limpiadora: se aplica en el rostro dando un masaje para emulsionar y disolver la suciedad de tipo graso, soluble en este tipo de producto, que elimina este tipo de toxinas de la piel y también los restos de maquillaje que contienen algún tipo de grasa. Se retira con algodón o esponja humedecida. A continuación se aplica un tónico adecuado a tu tipo de piel o se aclara con agua.
- Gel limpiadora o espuma al agua: es este el tipo de producto que se suele utilizar para piel mixta o grasa y que en este caso se utilizará para eliminar los residuos de tipo soluble en agua, tanto los producidos por la propia piel como los restos de productos de maquillaje que nos ponemos a diario. Se aclaran siempre con agua.
El resultado es un cutis en el que hemos eliminado todo tipo de suciedad y además, una piel en la que hemos retirado células muertas, dejándonos un aspecto fresco y un tacto suave. Otra ventaja es que dejamos la epidermis preparada para recibir los tratamientos que tengamos por costumbre aplicar, ya sean hidratantes, antiarrugas, etc.
Aquí os dejo dos ejemplos de leche limpiadora y gel limpiador facial , pero podéis entre los múltiple ejemplos que hay en el mercado. Mi experiencia personal es muy buena con Diadermine y Deliplus.
