La colada
Para tener los mejores resultados en el lavado de la ropa sin gastar mucho dinero, mi rutina es siguiente:
Como tratamiento previo anti-manchas tengo siempre una pastilla de jabón Lagarto, Pardo Jabón Natural o Jabón casero, que en mi familia se sigue haciendo. Mojo la prenda o parte de la prenda que está manchada y froto con el jabón hasta que quede impregnada. Esto puede ser suficiente para que el lavado en lavadora termine de eliminar las manchas, o bien tendremos que frotar la mancha para eliminar el máximo posible de la mancha.
Para la lavadora llena pongo tres dosis de detergente, ya que si para 4,5 kg se utiliza la cantidad indicada en el envase es de un tapón más o menos, creo y he visto por experiencia que poner tres tapones es lo más acertado, por ejemplo, si se trata del detergente líquido de Día Marsella.
Añado unos 200 ml de amoniaco normal. El Volvone, o la imitación que han empezado a vender de la Marca Bosque Verde de Mercadona, indica que se puede añadir a la lavadora y, siendo más concentrado que el amoniaco normal, la cantidad es de un vaso más o menos. Como mi ropa, y la de mucha gente, no tiene demasiada suciedad, exceptuando el rastro "aromático" del sudor y manchas no muy grandes, creo que con un vaso de 200 ml de amoniaco normal es suficiente. Mezclo los tres tapones de detergente con el amoniaco y un poco de agua en una botella vacía de plástico, agito una pizca para mezclarlo y lo pongo en el cajón cuando coja el detergente al comenzar el lavado.
El efecto del amoniaco es que deja la ropa más limpia que si usas solo detergente, reaviva los colores y acaba con los olores, incluso cuando la ropa ha cogido olor a humedad, en caso de que haya tardado mucho en secarse o que haya estado guardada en armarios o cajas en una habitación fría y húmeda. Mano de santo.
Para dejar la suave, y según podéis comprobar leyendo webs sobre este tema, hay personas que utilizan vinagre solo en el cajón de suavizante. Yo he probado y la verdad es que deja un rastro de olor a vinagre que, aunque viene bien para higienizar, ya que es un antiséptico natural de primer orden, no me agrada demasiado. Me he dado cuenta de que si lleno el cajoncito del suavizante, en realidad estoy echando más del doble de la cantidad necesaria, por lo que he tomado la decisión de poner la cantidad justa, que se indica como suavidad normal, y poner otro tapón de vinagre. El resultado es que la ropa sale con un olor a limpio muy agradable y además muuy suave, ya que el vinagre neutraliza la cal del agua y elimina los restos del detergente. Además, al usar menos perfumes perjudica menos la piel especialmente si se tiene dermatitis y tendencia al picor , como es mi caso por ejemplo, y por si fuera poco se ahorra dinero al usar menos suavizante.
Otro truco que utilizo a veces, sobre todo si lavo ropa blanca o de colores claros, es poner bicarbonato y detergente a partes iguales, que aumenta la eficacia del detergente y también deja la ropa suave y sin olores.
En fin, con estas medidas consigo lavar la ropa en programas de duración media, no muy largos y con el agua templada, a 40 ºC como máximo.
En invierno, si la lavadora no centrifuga muy bien la ropa, se puede poner el centrifugado por segunda vez para que la ropa salga con el mínimo de humedad y así tarde menos en secarse, no solamente porque tengamos prisa en tener la ropa seca, sino porque si permanece mucho tiempo mojada, puede coger ese desagradable olor a humedad que muchas veces tratamos de evitar.